miércoles, 29 de agosto de 2007

Y tú, ¿desde dónde vienes?

No es fácil el primer post de este blog. De entrada el título venia a ser una referencia a Faemino y Cansado con una de sus famosas frases: "Y dicen que esto es fácil!". Pero rebato siempre las admiraciones por hacer el Camino de Santiago, porque en el fondo, sólo necesitas algo de físico y algo de ganas de hacerlo. Lo demás te puede venir dado: las flechas y tu guía te indican el Camino, tu única "obligación" día a día es caminar... Dudo mucho que seguir un camino y las obligaciones del día las tengamos tan fáciles en la vida real.


Al final, una de las preguntas más típicas entre peregrinos es la que me sirve de prólogo. Hace casi 10 años contestarla me daba vergüenza en unos casos y pereza en otros. Casi como ahora, cuando el tema sale en alguna conversación. De hecho, muchas veces trato de evitarlo (no siempre puedo) para no tener que explicar la historia a caras generalmente de sorpresa y de admiración, modestia aparte.

Respuesta: vengo desde casi una década que empezó caminando hacia Santiago, de meses de espera esperando el momento de empezar ese gran reto, de preparación física ocultada en forma de entrenamientos futboleros, o marchas footingeras por el campo del Espanyol y sus alrededores, de miradas de incredulidad ante la que estaba tramando, de comenzar una aventura sin ganas de terminarla para volver, de terminar esa aventura con ganas de seguir peleando, de recuperar y proponerme cuidar a los allegados, de recuperar la confianza en las personas, de valorar como nunca a los amigos que están en las buenas y, sobre todo, en las malas ocasiones, de sufrir profesionalmente hasta el punto de creer en los milagros, de conocer el otro lado del mundo y descubrir que siempre he estado en el de los más afortunados, de ver como la gente es más feliz con casi nada que con casi todo, de ver que el ancho de su sonrisa es inversamente proporcional a lo que poseen, de adoptar ese espíritu catracho... y por acabar, last but never the least, cambiar de un buen estado a otro mejor.


¿Y a dónde voy? A Santiago, peregrino. A recuperar ese Camino desde casa 10 años atras en forma de homenaje, homenaje compartido y homenaje distribuido a lo largo del 2008. Homenaje recorriendo tramos ya recorridos, y tramos que hubiera querido recorrer y que no conocí hasta más adelante. Homenaje a ese tirón de un 31 a otro que de momento las circunstancias no me permitiran hacer de un tirón. Homenaje a esos peregrinos encontrados en los caminos que quieren andar contigo o conmigo, y con los que cuento en el 2008 para tratar de llegar otra vez a Santiago...

Y vosotros, peregrinos, ¿desde dónde venís?

1 comentario:

Ernesto Frattarola dijo...

Con sólo cinco días de experiencia peregrina, entiendo perfectamente que se pueda acabar convirtiendo en algo tan especial.

No descarto que alguna vez se pueda caminar hacia Santiago unos cuantos días... por Mar.