lunes, 4 de agosto de 2008

Santiago Ten Years Ago - ETAPA 5

El trayecto hasta Tárrega se hace paralelo a la Nacional y siguiendo caminos marcados con nuestras queridas flechas. La primera referencia es Sant Pere Gros, que ya te deja por los senderos paralelos a la N-II y al río Ondara. Vamos dejando varios pueblos a los lados (La Curullada, Granyanella, Fonolleres) y sí que cruzamos por El Talladell, donde cogemos carretera hacia Tárrega. Ojo al llegar a Tárrega que el camino se divide, y las marcas principales son las del camino a Zaragoza siguiendo la Nacional. Los que vamos por Huesca hemos de torcer a la derecha para buscar la estación del tren, cruzar la vía y buscar las flechas amarillas (cuesta volver a verlas) . Tardamos algunos kilómetros en reencontrar alguna: tal vez las nuevas carreteras o la poca vista del que caminaba. El caso es que no vemos una hasta que cruzamos por el canal del Urgell, y despues, pasando a través de distintas masías, divisamos Tornabous. Parada de rigor tras el trocito de más de 10 Km. de desorientación.


Seguimos echando de menos flechas. Uno está mal acostumbrado a los trayectos más cercanos a Santiago, y en una de estas, abandonando El Tarrós , se cuela en la salida por el cementerio y se sale de la ruta para hacer turismo imprevisto (Toi Perdio v3.0) y saltarse los pueblos de Fuliola y Boldú (me perdonen por no visitarles). Gracias a la gente de las casas de payés te vuelves a tu camino y visitas Castell del Remei. A su salida, todo decidido te lanzas a buscar Linyola; esta vez has usado la referencia visual de un mapa, pero no quedas seguro del todo hasta que descubres que Llet d'Urgell tiene su fábrica en Linyola (no es bueno hacer publicidad, pero es una referencia que para el peregrino vale millones por las dudas que despeja) y te lo hacen saber con una pintada que se ve desde kilómetros atrás. Que pena que el nombre de la localidad no lo pusieran del mismo tamaño. Saludos a las simpáticas chicas de su Ayuntamiento.

El tramo final es un buen trecho sin más pueblos que te lleva a Balaguer. Es durillo hacerlo al sol, pero uno no se queja (ya lo haré más adelante) tras el remojón en la etapa de Igualada. Al final, a traves de una dura entrada por carretera y coches, alcanzas Balaguer. El cansancio se compensa al ser estupendamente tratado tanto en el Ayuntamiento como por la Asistenta Social (Gracias y saludos, Eva!!!). Otra vez y por mis cuestiones morales, uno se va a la fonda. Además, uno allí se encuentra al ciclista Pere, que viene haciendo tu mismo camino, aunque lógicamente, un poco más rápido. Hay que reconocer que los ciclistas lo tienen un poco mejor por estas tierras. Pero eso poco importa, cuando se tiene claro lo que hay que hacer y un compañero peregrino con el que compartir la estancia en Balaguer.


"There's talk on the street, it's there to remind you
that it doesn't really matter which side you're on.
You're walking away and they're talking behind you.
They will never forget you till somebody new comes along."

En Balaguer vine ya muy recuperado del bajón de Igualada y de la Cervera en la que me costó cobijarme. Y nada como un peregrino auténtico (si le exceptuamos lo de que iba en bici) para realimentarse.
Este año, con mejores marcas y más cuidado, los desvíos por error han sido menores, de momento.

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