Y llega la llamada etapa reina del Camino. No es muy larga pero tiene un tramo final muy interesante, el que sale desde Herrerías y te deja en La Faba: es el más completo que te encuentras por el Camino. Antes, un bello trayecto a través de los últimos tramos de Bierzo con demasiada carretera, aumentada ahora lamentablemente por las obras de la Autovia del Camino de Santiago. Sigue siendo paradójico este nombre, con pena para cuando lo caminemos o para los que por allí vivan, pero con alegría de automovilistas que disfrutaran de ese paisaje. El inconveniente real es ver que no cruzas por los verdaderos caminos, y que pasas por pueblos como Trabadelo, Portela y Ambasmestas como por cualquier ciudad en obras y con la gente muy mosca por eso de las expropiaciones y las nuevas carreteras.
Salida con lluvia que hace temer la subida a La Faba y los resbalones de camiones y automóviles en los tramos de carretera hasta Vega de Valcarce. Caminas haciendo compañía a los obreros que construyen la carretera para los cuales no eres ninguna novedad. Y a trozos topas con algún peregrino, a pie o en bici, que se acercan al punto más duro con concentración y, afortunadamente, con una mejora espectacular del tiempo. Recuperación de fuerzas en Vega, y dispuestos a la subida a través de la estrecha carretera que con una muy ligera pendiente te deja en Herrerías. Allí, la carretera empieza a tomar mayor desnivel, que llega a su punto culminante cuando te desvían por un sendero, que te hace descender parte de lo que ya habías subido (Mi Reino por la Conservacion de la Energía Potencial !!!), para que lo repitas en menos espacio y lo aumentes hasta La Faba. Es una zona de espeso bosque en el que vas buscando el aire con nariz, boca y todo lo que te permita absorber oxígeno. De nuevo recuerdas tu querido Montjuic, y sin parar en ningún momento, te plantas en La Faba, cansado pero satisfecho, y te recuperas en otra de las estratégicas fuentes del Camino.
Parece que en La Faba haya acabado el esfuerzo, pero queda alcanzar Laguna de Castilla para finalmente dejar tierras del Bierzo en uno de los puntos más altos del Camino, con un paisaje excepcional y el famoso mojón que te indica la llegada a Galicia, sitio de obligada foto. Ya no queda más que disfrutar del paisaje para alcanzar el Cebreiro, y uno ya definitivamente se da cuenta que sólo una desgracia le podría apartar de Santiago.
El mojón de Bienvenida a Galicia ....
"Now this mountain I must climb
feels like a world upon the shoulder
but through the clouds I see new shine
it keeps me warm as life goes colder "
Y nunca olvido al voluntario de la Asociación de Madrid que me trato a lo grande. Con mayor componente mística que la mía, pero ambos con ganas de encontrar a un peregrino modo long-run. Un poco más y me convence para que la próxima la hiciera desde Madrid. Fue a ser que no....
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