También sería una etapa larga, pero tras resistir mi tobillo todo lo que ya llevábamos (¿Y de dónde dices que saliste?) no se iba a rajar en 3 pasos que me quedaban (lo siento, son reminiscencias de la gente de Bilbao que te encuentras). Así que nos fuimos rápidamente hacia Portomarín, por pequeños desniveles del terreno y otro puñado de pequeñas aldeas, hasta justo el pie del embalse, donde un descenso y un puente te dejan al pie de la ahora elevada Portomarín.
Un Perico en la Avenida de Sarria. Eso ya solo se ve por Galicia ....
Ahora el camino te lleva jugando entre la carretera y caminos cercanos. Poco importa el tramo de carretera, que se tranquiliza en fin de semana. Y seguimos topando con peregrinos de horario cambiado, como el grupo de catálan y madrileñas en Ventas de Narón, que hacen más camino de tarde que de mañana. Luego, tras compartir con ellos tus Coca-Colas, sigues topando con media geografía peninsular: catalanes, madrileños, leoneses, y unos canarios de Tenerife, que seguirían mi ritmo hasta Santiago. A todos avanzas, más que nada porque les gusta parar con frecuencia y tiempo. Es zona de mucha carretera, pero con paisajes entretenidos y poblaciones que parece te vayan poniendo a medida que vas caminando, que se endurece al acercarnos a Palas de Rei. Allí, un buen Albergue para la parada del mediodia, y una nueva decepción cuando te quedas sin probar las empanadas de allí (es que todas llevan pimiento....)
No era conveniente parar demasiado, aunque a uno ya empezaba a notar pies y piernas muy predispuestas a calambres o problemas musculares serios. Era cuestión de no enfríar demasiado la musculatura y de no forzar más de la cuenta: es como un torneo de esos de 24 horas en verano y uno de esos partidos finales en los que ya no hace tanta gracia participar en el dichoso torneito. Así, bajo un sol castigador (ánimo, que solo me quedan 2 días para ponerme pesado con el sol) te acercas a Melide, pasando por Casanova, Leboreiros y otros cuantos más de esos que ya hemos dicho te van poniendo en el camino. Tenemos delante otro de los pueblos importantes del final del Camino, famoso entre otras cosas por su pulpo, otra de las tradiciones del peregrino que no está escrita en ninguna parte pero de la que nadie se quiere escapar. Estamos cerca de Santiago, y ya estamos entrando en las jornadas gastronómicas del peregrino, que se las merecen la mayoría de ellos!
" Stick to your guns
Ain't nobody gonna hurt you, baby
You can pull the trigger
But only if you have to
Aim from the heart
Some will love and some will curse you, baby
And you can go to war
But only if you have to
It's only if you have to"
En estas zonas ya muy concurridas mantuve mi componente de sociabilidad al máximo, excepto con uno de la ciudad de al lado que, aparte de pelma, se quiso pasar de gracioso. Nadie a ritmo de camino, pero muchos con los que conversar aunque fuera solo la parte de adelantamientos. Las sensaciones de la cercana llegada incluian una componente de impaciencia que parecía darme más alas.
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