Desde la estación de Rubí, y despedido por mi amigo Juan Pedro, siguiendo la vía, y atravesando y siguiendo la riera, un GR te lleva hasta Terrassa; pero antes cruza con el que va a Montserrat, que puedes seguir sin ningún tipo de problema hasta Olesa. Hay una opción carretera saliendo de Rubí hacia Ullastret, que te ahorra camino y empalma con el GR que va a Montserrat a la altura de gasolinera y restaurante. Este camino circula por la famosa Riera de Gayá, muy propensa a porrazos al bajarla, a despistarse en caminatas nocturnas y a destrozarte en la subida por la que la abandonas... Pero te lleva a Olesa por el camino más rápido. El peregrino y caminante a Montserrat tiemblan al ver que algunas obras se acercan demasiado y amenazan la continuidad del Camino. Desde Olesa por carretera al pie de la montaña para subir por Collbató, pero recomiendo que uno se lo piense si va con más de 8 kilos de mochila... Entonces, casi mejor sube por el camino del antiguo cremallera previo paso por Monistrol. Una parada clásica es la gasolinera de la salida de Olesa a Monistrol. Y si en esta etapa logras hacer la subida a Montserrat sin problemas, que no te asuste ni el Cebreiro ni el Poyo.
Entrada del túnel del funicular. Al final de la subida, un tramo de noche obligatoria
Por cierto, que en Montserrat todo peregrino es muy bien tratado en la oficina pastoral. Además, coincidimos con un peregrino ciclista y pudimos conversar unos minutos con el Hermano Ramón Ribera, uno de los que también llegó a Santiago saliendo desde su casa (Montserrat). Son excelentes ayudas morales para un inicio de camino.
También hay que reconocer que cuando te miras lo que te queda por delante no las tienes todas contigo, así que le pides un cable a la Moreneta, y le prometes regresar con la ofrenda de tus zapatillas del Camino (bautizadas como las "Nike Peregrino Coast to Coast"). Puedo asegurar que hubo momentos en los que notas que hay alguna cosa más que tus piernas que te tira hacia adelante.
Eso de ahí abajo que casi no se ve, son mis NIKE "Peregrino Coast to Coast", cumpliendo esa parte de la promesa que decía que debían quedarse en Montserrat.
"I don't need you to worry for me 'cause I'm alright
I don't want you to tell me it's time to come home
I don't care what you say anymore this is my life
Go ahead with your own life and leave me alone"
Y aún me sigo sorprendiendo de cómo subí así de cargado por la riera de Gayá o por el camino ya de nuevo ocupado del funicular. Y sigo recordando año tras año, aquella subida mientras la hago sin peso, y la conversación con ese peregrino de Montserrat cuyo libro me leí. Y cómo no, esas "Coast to Coast" que me llevaron volando y que me podían haber dado mucho más kilómetros... Pero tuvieron su recorrido y su misión y la cumplieron.
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