miércoles, 6 de agosto de 2008

Santiago Ten Years Ago - ETAPA 7

Tras un par de etapas de las que se pueden llamar durillas, uno decide hacer una etapa de descanso: apenas 20 kilómetros, por un trayecto agradable y sin complicaciones. Porque alguna subidilla y el calor de la mañana no constituyeron problema ante la ausencia de pueblos durante la corta travesía. Una de las más pronunciadas es la que te despide de Tamarite, junto al antiguo cuartel de la Guardia Civil. Estamos en zona bien marcada en la que es muy dificil perderse al ir siguiendo el antiguo camino que va de Tamarite a Monzón, desconocido para este peregrino, pero que tantas y tantas veces hicieran los más viejos del lugar, algo que te contaron el día anterior sentados en los bancos del parque. Pocas referencias sin embargo: Torre Salinas, y más adelante la Carretera de San Esteban a Binéfar. La cercanía a Monzón se aprecia al aproximarnos a las vías del tren, que cruzamos por encima.


Al enésimo pueblo en el que me enviaron directamente a Cáritas, uno ya va a la Asistenta Social a preguntarle con toda confianza por algún hostal. Allí, un buen descanso, una buena comida y la visita al famoso Castillo de Monzón, desde el que ya se te aparece el Somontano y ya te parece que nunca acabe.






Desde el Castillo de Monzón. Al fondo, el Somontano. Y no se acababa allí.



Y mención aparte para la Agencia de Viajes Tívoli: (Sí, ya lo sé: no debería hacer publicidad, pero se la merecen) Afortunado serás si te atiende personal tan encantador como Ana y Elena, que removieron media Huesca para solucionar los problemas de intendencia de este agradecido peregrino. A sus pies!.




"But I would walk 500 miles
And I would walk 500 more
Just to be the man who walked 1000 miles
To fall down at your door"

Plácida etapa. Agradable y abierta al turismo en Monzón. Un bonito contacto en la Agencia de Viajes. Nueva gente a la que agradecer su trabajo y su alegría, que me iban contagiando paso a paso y flecha a flecha. Eso sin contar a toda esa gente a la que llamaba (una llamada al día) y a la que escribía postales.

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