lunes, 18 de agosto de 2008

Santiago Ten Years Ago - ETAPA 18





Se sigue principalmente por carretera alternando alguna entradilla por el campo, para evitar más sustos con furgonetas desaprensivas (sólo hubiera faltado que fuera furgoneta de apoyo....). Pronto aparece Castildelgado, y después te desvías para asar por la cuna de Santo Domingo (Villoria). El ritmo de peregrino sigue siendo fuerte y nos lleva a Belorado pasando sin parar por Villamayor. En Belorado se echa de menos un Albergue con más plazas: Demasiado Belorado para tan poca capacidad de Albergue. Poco después de dejar este pueblo, uno empalma un buen y agradable trecho sin carreteras transitadas a través de pequeños pueblos, como el de Villambistia, famoso por su fuente y su tradición en ella (La Tradición de Villambistia) y Espinosa. Aunque seguimos sin tocar carreteras importantes, el trayecto bajo el sol se hace más duro camino de Villafranca de Montesdeoca, que al pie del puerto de La Pedraja, obliga a un descanso para repostar, y más aún cuando el primer trecho de ascenso puede considerarse de los de mayor pendiente del Camino.

Con una buena mentalización, ese pequeño ascenso se supera, aunque cuesta más de un resoplido. Uno que ya lo había hecho, advierte a sus compañeros, que tras la subida, te miran con cara de haba y te dicen ¿Y esto era tan fuerte? En fin, que nadie es profeta en Burgos. Luego viene un camino elevado a través de cortafuegos entre bosques, largo pero mucho más agradable que nuestros tramos por carretera, que por supuesto nos volveremos a encontrar. Llegar a San Juan de Ortega es volver a encontrarse con tradiciones peregrinas, como la famosa sopa de ajo, una genial excusa del cura de San Juan para que los peregrinos que noche a noche pernoctan allí se conozcan un poco mejor y dispongan de unos momentos de convivencia común y de compartir su comida, algo que es poco habitual en el Camino. Imagino que no será por falta de buena voluntad.... También contriubuyó al buen ambiente el hecho de que no fuéramos demasiados los peregrinos que allí nos albergamos aquella noche. Y es que el buen hombre ha llegada a tener casi 200 en muchas noches de Agosto.




San Juan de Ortega: brasileño, vasco, madrileño, valencianos y catalán


Por cierto, un apunte económico. Como decía un cartel de allí, hay que ser conscientes de que esfuerzos como acoger peregrinos, las sopas de ajo y los cafés con leche de la mañana no salen de las piedras, y si nos gastamos 1000 pesetas en el bar de al lado con cafecitos, Coca-Colas, comidas y/o bocatas, no nos va a venir de soltar un porcentaje de este dinero, y así echar una mano a que los peregrinos del día, mes o año siguiente puedan disfrutar de la hospitalidad de gente como ésta. Aunque cada uno es muy libre de hacer lo que le venga en gana ....



"Blood on blood
One on one

We'd still be standing
When all was said and done "

Siempre recuerdo con alegría las etapas que terminaron en San Juan de Ortega. Tal vez es uno de mis puntos del camino. Los encuentros allí son propiciados por el ambiente que se repira y el espíritu del cura de San Juan de Ortega, al que ya no encontraremos allí la próxima vez que nos acerquemos. Bueno, en el fondo sí que andará por allí presente con su imprescindible sopa de ajo.


A Jose María Alonso, cura de San Juan de Ortega






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